domingo, 21 de febrero de 2010

Un rollo mesiático que trata de explicar torpemente una serie de catastróficas desdíchas

He aquí el único Dios verdadero



Yo no creo en Dios. Ya desde pequeño he sido educado en el más puro ateismo negando la posibilidad de existencia de cualquier tipo de ente o divinidad justiciera, gestora o creadora, teniendo como una única referencia de unidad superior a Don Santiago Bernabeu. Es más, a lo largo de mi vida en lo único que he creído ha sido en el sexo y en la muerte. Sin embargo, hoy en día necesito de la creencia en algún ser omnipotente que se dedique a regir nuestras vidas desde su Supremacía Celestial. No se trata de ninguna cuestión de fe, moral o metafísica, sino de buscar un culpable en el que descargar mi frustración por la mala suerte que continuamente rodea mi existencia. Tan funesta fortuna tan solo es achacable a algún tipo de forma ectoplásmica que me juzga y castiga. La mala sombra me tiene más jodido que una carrera con tacones. Y no entiendo por qué. No soy ni mucho menos el candidato número uno a la beatificación, pero tan poco soy mala persona. Pago mis impuestos, reciclo e incluso pongo el intermitente en las rotondas. Lo que viene siendo un ciudadano ejemplar. Pero eso no parece suficiente para alejar a la desdicha. Mi buen amigo el trotamundos asegura que el Karma me está castigando por mi vil comportamiento para con el sexo femenino, pero yo no estoy ni mucho menos de acuerdo con el. Yo aviso previamente a las mujeres de que están tratando con un sátiro perverso, y que se exponen a ser tratadas como objetos y/o chicas florero. Incluso más de una vez he pensado en hacerles firmar un consentimiento informado, pero lo he considerado inoportuno por la cantidad de burocracia legal y gastos en abogados que conlleva. Por eso considero que al dejar constancia de mi antipatía y desdén hacia la raza humana en general quedo libre ser acusado de mal comportamiento.
Así que no entiendo que se cebe en mí la desventura, a no ser que se trate de una represalia divina o que alguien me envie maldiciones por el facebook.
Es por eso por lo que dedico mis tardes a elegir en la wikipedia entre los Dioses Egipcios y los de la vieja Europa.
Busco el más apropiado para poder increparle.